A lo largo de la historia humana, las mejoras en la estructura de los metales han sido esenciales para la agudeza de las espadas y la resistencia de las vigas de
acero. Ahora nos gustaría producir palas de turbina y hélices con formas óptimas y una vida útil prolongada a través de la impresión 3D. Esta es una forma
fundamentalmente nueva de fabricar cosas, acumulándolas capa por capa en lugar de tallar o moldear materiales. También conocido como "fabricación aditiva",
este método nos permitirá crear piezas de metal excepcionalmente complejas a pedido, hacer vehículos más rápidos y livianos, prototipar nuevas tecnologías e incluso construir hábitats en planetas distantes. Pero para que funcione, la estructura del metal impreso debe ser confiable y uniforme a escala microscópica e incluso atómica. El logro de este alto nivel de precisión y control requerirá una sólida comprensión de lo que está sucediendo exactamente en la microestructura de una parte impresa a medida que se crea. En SLAC, hemos desarrollado herramientas para mirar debajo de la superficie de la fabricación de aditivos metálicos, comprender la física involucrada y controlar esta física para crear los componentes metálicos del futuro.
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